En una época de
cambios permanentes, cambios de uso, cambios tecnológicos o simplemente
jerárquicos, el reto más difícil que se planteó fue el de diseñar un contenedor
flexible y modulado.
Los despachos con una orientacion norte-sur y en
la fachada oeste una protección solar a base de lamas graduales por medio de un
sensor se erige para darle personalidad a la fachada.
Suelos y techos técnicos, separaciones
verticales prefabricadas para posibles transformaciones posteriores y fachadas
con aplacados de piedra natural.
El
material elegido en este caso por el estudio de arquitectura fue la celosía PALU-150.