El solar, situado en
la parte alta de Barcelona, era primordial la introducción de la luz natural; luz que debía
proporcionar la suficiente claridad como para orientar al visitante a la vez
que producir tonalidades cambiantes.
Se diseñaron dos largas
grietas-lucernario dispuestas en paralelo en plano de la cubierta como si se
tratase de ¨grietas pisables¨ de la plaza pública como distribuidores de la luz.
En este caso se optó por una propuesta SINGULAR combinada con la celosía BS.