Situada en una
península de dos acres, para limitar su
impacto ecológico, fue concebida como una ligera estructura vertical de tres plantas.
Una caja de cristal cubierta con persianas se
cierne por encima del techo del primer piso.
Las persianas tienen lamas orientables que se
pueden plegar, completamente, para posibilitar diferentes condiciones
lumínicas. Además, los obturadores proporcionan protección para la casa cuando
no está ocupada.
El material elegido en este caso por el estudio de arquitectura fue la celosía PALU-100.